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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES Y AMBIENTALES

ESCUELA DE INGENIERÍA FORESTAL

 

 

Botánica

La reproducción

REPRODUCCIÓN ASEXUAL DE LAS ANGIOSPERMAS

En las angiospermas, y en general en todas las cormofitas, se da una reproducción asexual o vegetativa, donde las plantas hijas son idénticas a la madre, al no existir intercambio de material genético.

Las principales modalidades de reproducción asexual son por:

·         Propágulos

·         Estolones

·         Rizomas

·         Tubérculos

·         División del tallo.

En este tipo de reproducción se consume menos energía que la sexual.

Los propágulos son plántulas que son capaces de independizarse produciendo plantas adultas tras su enraizamiento; en los briofitos se forman pequeñas plantas hijas con los restos de meristemos activos del borde de las hojas, éstos al caer al suelo logran convertirse en plantas independientes; el ajo de viña, por ejemplo, produce pequeños bulbos que enraízan rápidamente al contactar con la tierra.

Los estolones consisten en tallos que se encuentran a ras del suelo, o escasamente subterráneos, que proceden de un brote lateral del tallo principal; estas yemas forman tallos aéreos y raíces adventicias, que pueden ser seccionadas o fragmentadas del estolón para convertirse en nuevas plantas. Un ejemplo de este tipo de reproducción lo observamos en la fresa.

Los rizomas consisten en tallos subterráneos que crecen paralelos a la superficie, en cada nudo que forman emiten tallos aéreos y raíces adventicias; las partes más jóvenes progresan extendiéndose a través del sustrato, mientras que las más viejas van muriendo. En general, cada tallo que producen los rizomas puede ser separado de los demás como una planta individual.  Un ejemplo de este tipo de reproducción lo podemos observar en los juncos, los lirios o determinadas herbáceas como la gramma.

Los tubérculos o bulbos poseen yemas que actúan en la reproducción vegetativa, formando plantas adultas.

La reproducción por división del tallo o propagación vegetativa, consiste en la partición de secciones del tallo que una vez enterradas consiguen enraizar. Se trata de un fenómeno muy extendido entre las plantas vasculares.

Reproducción por división de tallo

 

La reproducción sexual en las angiospermas precisa de la existencia de sexos. Las espermatofitas (angiospermas y gimnospermas) son las plantas vasculares más evolucionadas, cuyas estructuras presentan flores en el caso de las angiospermas, y conos u hojas esporangíferas en el caso de las gimnospermas. El auténtico concepto de flor corresponde a las angiospermas, que las diferencia claramente de los demás grupos.

Los órganos sexuales de las angiospermas se agrupan en aquellos brotes que están especializados en la producción de semillas, es decir las flores. Típicamente, una flor completa está formada por cuatro tipos de hojas modificadas o verticilos florales denominados sépalos y pétalos, que son estériles; y estambres y carpelos, que son fértiles; todos se encuentran ubicados en un ensanchamiento del extremo de un pedúnculo. Cuando la flor carece de pedúnculo se denomina sentada, y si falta algún verticilo incompleta.

Una flor consta de un pedículo floral cuyo extremo se ensancha formando el tálamo, en donde están ubicadas todas las piezas florales, que son las siguientes:

¨       Los sépalos: Su conjunto forma la parte externa denominada cáliz, que protege al resto. Pueden asemejarse a los pétalos cuando poseen colores muy intensos, como es el ejemplo de los sépalos petaloideos del azafrán, el gladiolo o el tulipán, y en ese caso se las denomina conjuntamente como tépalos.

Si una flor carece de sépalos se dice que asépala. Si los sépalos son todos iguales se dice que el cáliz es regular, o irregular en el caso contrario; dialisépalo o polisépalo si los sépalos están libres; y sinsépalo o gamosépalo si están soldados. Si el cáliz permanece en la flor tras ser fecundada se le denomina persistente, ejemplo de la granada o la pera; y caduco o caedizo si cae o desaparece, ejemplo de la amapola y la vid. Según la forma del cáliz se clasifica en tubuloso, bilabiado, espolonado, acampanado, etc.

¨       Los pétalos: Su conjunto constituye la corola, o segundo verticilo floral. Suelen poseer vivos colores con la función de atraer a los animales que aseguran la polinización. Se presentan generalmente alternando con los sépalos y en número igual a estos. Se denominan pétalos sepaloideos cuando tienen color verde, que les impide diferenciarse de las partes del cáliz.

La corola puede ser dialipétala, coripétala o polipétala cuando los pétalos están separados, formados por un limbo cada uno de ellos que remata en una especie de uña o parte estrecha; ejemplo de las rosas o los magnolios. Se denominan pétalos connados cuando éstos están soldados lateralmente, en todo o en parte, en forma de tubo; en este caso se dice que la corola es simpétala o gamopétala. En este tipo de corolas simpétalas se distingue el tubo, la garganta y la lámina o parte superior. Las diferentes formas de las corolas simpétalas cuyas partes no están soldadas se les denominan dientes, lóbulos o lacinias. El concepto de flor regular o irregular tiene su base en la forma que presenta la corona de pétalos; regular si éstos son iguales (como en el caso del clavel), o irregular si son diferentes unos de otros. Si la flor carece de pétalos se le denomina apétala.

Las corolas y flores completas pueden clasificarse por su simetría. Así, se denominan actinomorfas cuando son de simetría radiada; zigomorfa las de simetría bilateral y asimétricas si no existe plano de simetría. Las simpétalas actinomorfas (con la corola de pétalos soldados) pueden ser: tubulosas si presentan un tubo cilíndrico; urceoladas las de forma de olla; infundibuliformes en forma de embudo; acampanadas en forma de campana. Las cigomorfas pueden ser: labiadas cuando es tubulosa con dos labios desiguales; personadas cuando presentan la garganta cerrada por un repliegue del labio inferior, llamado paladar; liguladas cuando es tubulosa con una expansión laminar lateral en forma de lengüeta, como es el ejemplo de las flores periféricas de la margarita.

Las dialipétalas también pueden ser actinomorfas y cigomorfas; si son actinomorfas se distinguen los siguientes tipos: trímera o liliácea cuando poseen tres pétalos; crucíferas o cruciformes cuando poseen cuatro pétalos en cruz; rosáceas si poseen cinco pétalos de uña corta; cariofiláceos o aclaveladas si los cinco pétalos son de uña larga. Si son zigomorfas, se presentan mediante un solo tipo: la corola amariposada o papilonácea, que muestra cinco pétalos en enstandarte, dos alas y dos soldados en quilla.

El cáliz y la corola conforman lo que se denomina periantio. Si ambos verticilos son iguales se le llama perigonio. Según el aspecto que presente el perigonio puede ser corolino o calicino. En el ensanchamiento o receptáculo existen generalmente unas estructuras que segregan un néctar denominados nectarios; éstos son aprovechados como alimento por numerosos insectos. Hay ocasiones en que partes del ovario, estambres modificados o base de los pétalos actúan como nectarios. 

¨       Los estambres: Los estambres o microesporófilos; forman en su conjunto el órgano sexual masculino o androceo. En ellos se forman los granos de polen que producirán los espermatozoides. Los granos de polen se encuentran en un ensanchamiento ovoide llamado antera, que está situado en el extremo de un filamento delgado; en su interior hay uno huecos o zonas en forma simétrica llamados sacos polínicos o microsporangios. Aquí se produce el arquesporio, consistente en un tejido esporógeno que por mitosis genera las células madre del polen.

Estas células, por meiosis, dan lugar a cuatro microsporas que culminarán en el grano de polen o gametofito. El gametofito es normalmente bicelular, una vegetativa y otra generativa (un poco más pequeña); durante la fecundación la vegetativa será la encargada de la formación y crecimiento de un tubo polínico, y la generativa se dividirá por mitosis para formar los espermatozoides.

Cuando se ha completado la formación del grano de polen, queda rodeado por dos capas, una interior de celulosa muy fina llamada intina, y otra exterior muy resistente llamada exina, formada por esporopoleína caracterizada para cada especie; están cubiertas por una sustancia aceitosa para permitir su adherencia y transporte en los pelos de los animales. En las flores simpétalas, puede ocurrir que los filamentos de los estambres estén unidos a la base de la corola, en vez de al receptáculo, en ese caso se les denomina estambres epipétalos; esto no suele ocurrir en las flores dialipétalas.

Según su disposición, los estambres se dividen en: libres cuando no tienen unión entre sí, o que no están soldados si existe esa unión; monadelfos si están soldados por un grupo de filamentos; diadelfos si lo están por dos grupos; poliadelfos si forman varios haces; singenésicos si están soldados por las anteras rodeando al estilo; sinandros si la soldadura implica tanto al filamento como a las anteras.

En cuanto a su longitud, los estambres pueden ser: exertos si emergen por encima del borde de la corola, e inclusos si son más cortos que la corola. Aquellas especies que no poseen anteras funcionales, con uno o más estambres atrofiados, se las denomina estaminodios. En muchas rosas cultivadas, por ejemplo, el filamento se transforma en una lámina parecida a un pétalo.

Detalle de un estambre

¨        En cuanto a Las anteras: y según la inserción en el filamento se distinguen: las basifijas cuando la unión es basal, y dorsifijas cuando se fijan por la cara externa o interna. La forma en que se produce la dehiscencia (liberación del polen de la antera) puede ser: lineal cuando se produce por hendiduras o surcos longitudinales, como es el caso del alhelí; poricida cuando lo hace por dos poros superiores, como sucede en la berenjena; valvar o ventallicida cuando se abren de abajo arriba cuatro tapas o ventanas, como en ocurre en el laurel.

Corte transversal de una antera

Según la orientación de las anteras, los estambres pueden ser: introdorsos si las anteras apuntan hacia el centro de la flor, y extrorsos si lo hacen hacia el exterior.

¨       El gineceo o pistilo: Es el órgano sexual femenino o verticilo más interno de la flor. Se encuentra situado en el centro de la flor, y compuesto por un conjunto de carpelos o megasporofitos. Éstos son en realidad unas hojas transformadas que se encuentran dobladas por su mitad, y en cuyo interior guardan una cavidad redondeada, el ovario, que alberga el óvulo que dará lugar a las semillas cuando éste sea fecundado.

Se dice que el gineceo es apocárpico, si los carpelos encierran entre sí a los óvulos formando uno solo; o sincárpico si lo hacen total o parcialmente con los bordes de otros carpelos. Según el número de carpelos que forman el pistilo, éste puede ser simple, unicarpelar o monocarpelar, si procede de un solo carpelo; o pluricarpelar, si procede de la soldadura de dos o más. La prolongación del ovario es el estilo, consistente en una porción columnar que sobresale del ovario y cuya misión es la alimentación del polen para formar el tubo polínico.

Los estilos pueden ser:

·         Columnares

·         Filiformes

·         Bifurcados

·         Ramificados

·         Petaloideos

·         Etc.

La estructura final del estilo es el estigma, consistente en una porción ensanchada, generalmente viscosa, que será por donde penetren los granos de polen durante la polinización.

Según su forma, los estigmas se dividen en:

·         Filiformes

·         Capitados

·         Ramificados

·         Rlumosos

·         Petaloideos

·         Etc.

El óvulo constituye el megasporangio, que se encuentra recubierto por dos capas celulares denominadas tegumentos; la nucela que forma un tejido compacto; y la región basal denominada calaza. La parte interior de la pared del ovario, donde se insertan los óvulos, es la placenta; zona donde se ha producido la unión de los márgenes del o de los carpelos. A veces no existe estilo y el estigma es sésil sobre el ovario. El ovario puede estar o no dividido en cavidades separadas denominadas lóculos. Los pistilos simples y numerosos compuestos, sólo presentan una cavidad y son denominados uniloculares; otros tienen tantas como carpelos y se llaman pluriloculares.

En el interior del ovario se encuentran los óvulos que originan las células sexuales femeninas haploides, gametos femeninos. Según la situación de los óvulos en la cavidad ovárica la placentación puede ser: parietal o lateral (si se insertan a lo largo de la pared del ovario), y axilar (cuando los óvulos se sitúan sobre un eje central). La placentación axilar puede dividirse a su vez en: central, cuando las paredes radiales de los carpelos desaparecen para dar un ovario unilocular, quedando en el centro la columna placentaria con los óvulos; y basilar, cuando desaparecen tanto los tabiques como la columna central, quedando sólo una protuberancia basal.

Según la inserción relativa del ovario respecto a las demás partes de la flor, pueden distinguirse: ovario súpero, cuando el pistilo está situado por encima de los otros verticilos; ovario ínfero o adherente, cuando por ser el receptáculo muy cóncavo, el pistilo se sitúa por debajo de la inserción de los demás verticilos, aunque lo normal es que los carpelos se suelden al receptáculo; y ovario semiínfero, cuando las otras piezas florales no se sitúan al nivel del gineceo.

Si no existen verticilos fértiles, se dice que las flores son estériles o neutras. Todas las flores que tengan o no cáliz y corola, pero que posean androceo y gineceo, son perfectas o hermafroditas. Por el contrario, si les falta algún verticilo se denominan imperfectas o unisexuales; éstas se dividen en: estaminadas, si tienen estambres y falta el pistilo; y pistiladas, si tienen pistilo y faltan estambres.

Según las flores que presenta la planta, se divide en: monoicas, si hay flores masculinas y femeninas independientes sobre el mismo pie de planta; y dioicas, si hay flores femeninas y masculinas pero situadas en distintos pies.

Las angiospermas son las plantas que alcanzan la máxima complejidad. La función esencial de las flores es culminar con la formación de las semillas, pero para ello es preciso que previamente se hayan formado los granos de polen, que se haya producido la polinización, que exista un adecuado desarrollo del óvulo y finalmente su posterior fecundación. Si no se produce la fecundación termina marchitándose la flor y, consecuentemente, no se forma ni el fruto ni las semillas. 

 

 

La fecundación

Las plantas espermatofitas se distinguen de las demás básicamente por que forman semillas, y por un proceso de fecundación que se realiza por medio de un tubo polínico.

La fecundación se produce tras una primera fase denominada polinización, por el cual los granos de polen se trasladan desde la antera hasta el estigma, por cualquiera de los métodos de dispersión que se dirá más adelante.

 

La fecundación se produce cuando los gametos

 masculinos alcanzan el interior del óvulo

La polinización puede ocurrir directamente por autopolinización, mediante la caída del polen de una flor hermafrodita sobre el estigma de la propia planta (aunque existen mecanismos de auto-esterilidad que restringen o evitan la auto-polinización); o por polinización cruzada, por la cual el polen de una flor se deposita sobre el estigma de otra flor de la misma especie. Si el agente transportador en la polinización cruzada de estas flores es el viento, se las denomina flores anemófilas; si son las aves, ornitófilas; si son los murciélagos, quiropterófilas; y si son los insectos, entomófilas.

En la polinización cruzada el polen se deposita mediante un agente transportador sobre el estigma de otra flor de la misma especie

Las flores anemófilas suelen presentar pequeñas corolas, incluso desnudas; por el contrario, en las demás se suelen observar grandes corolas y nectarios, de vivos colores para atraer y llamar la atención de los insectos que harán de transportadores del polen. Si la fecundación es realizada mediante la manipulación por seres humanos para la obtención de nuevas variedades, se le llama polinización artificial.

Cuando el grano de polen ha quedado depositado en el estigma, comienza a emitir unas prolongaciones desde su pared, son los llamados tubos polínicos, que surgen a partir de los puntos germinativos. Si el grano de polen resulta apto para la planta y forma el tubo polínico se dice que es compatible; e incompatible si es rechazado, no germina o el tubo polínico no alcanza el óvulo. Si es compatible, el tubo polínico va penetrando en el estilo, alcanza el ovario y finalmente el óvulo.

Mientras que la oosfera se transforma en embrión, la célula central dará origen al albumen o endospermo, que es el tejido nutriente del futuro embrión

El óvulo presenta un poro, el micrópilo, por donde penetra el tubo polínico hasta liberar los espermatozoides en el saco embrionario. En las angiospermas se produce una doble fecundación: uno de los espermatozoides se fusiona con la ovocélula y el otro con los núcleos polares para producir el núcleo endospérmico triploide, que por división dará lugar al albumen o tejido endospérmico nutricional del futuro embrión. Mientras que el cigoto se convierte en el embrión de la semilla, que está constituido por el óvulo, por su parte el ovario se transformará en el fruto, que servirá para dispersar el embrión.

Proceso de la fecundación y formación de la semilla

 

La formación de la semilla y el fruto

La formación de la semilla y el fruto comienza con las divisiones del zigoto para dar el embrión. La primera división es transversal y origina dos células desiguales: la basal o superior (junto al micropilo) y la terminal (de menor tamaño). La célula basal se divide para formar el suspensor, este tejido sirve para empujar al embrión hacia el interior del albumen, y en algunos casos alimentarlo también.

La célula terminal se multiplica activamente para dar el embrión. Se trata de una planta diminuta que consta de un eje corto, con una o dos hojas llamadas cotiledones. La parte que se encuentra por encima de éste o estos cotiledones, se llama tallito, plúmula o epicotilo, el cual formará la yema terminal o gémula de la plántula. La parte del eje que se encuentra justamente por debajo del cotiledón o cotiledones, es el hipocotilo o zona de transición entre el tallo y la raíz. La prolongación del hipocotilo que se dirige hacia el suspensor, constituye la radícula.

Identificación de la semilla: 1-Gémula, 2-Cotiledones, 3-Plúmula, 4-Radícula, 5-Tegumen, 6-Albumen

La testa consiste en una cutícula y varias capas de células; generalmente se endurece totalmente, para proteger contra la desecación, infecciones, etc. Puede presentar formaciones carnosas para ayudar a la dispersión, que se denominan arilo. La cicatriz que queda en el lugar de unión del funículo a la placenta, se le llama hilio. Se le llama almendra al conjunto del embrión y el albumen. El proceso de formación de semillas sin fecundación previa que ocurre en algunas angiospermas se denomina apomixia.

El óvulo fecundado y maduro es la semilla. En ella se reconocen dos partes: el embrión y la cubierta de la semilla. El embrión se presenta rodeado o acompañado por el albumen, o carente de él, en cuyo caso el alimento se almacena en los cotiledones.

Los tegumentos del óvulo sufren unas transformaciones para convertirse en las cubiertas de las semillas, llamadas episperma; son la testa, más externa, y el tegumen, más interno. El crecimiento del embrión se reanuda tras el periodo de latencia, y cuando las condiciones de humedad, oxígeno y temperatura son las adecuadas.

Germinación de la semilla

Desde entonces, y hasta que la plántula se independiza, se conoce este proceso como germinación; ésta puede ser hipogea cuando los cotiledones quedan en el sustrato, o epigea si se elevan sobre la superficie del suelo.

El embrión se alimenta en sus primeras fases de las reservas del albumen, ejemplo del trigo; y si éste no existe lo hace de los cotiledones, ejemplo del garbanzo. La plántula se independiza en el momento que sintetiza la clorofila.

Conforme los óvulos se van transformando en semillas, el ovario crece para convertirse en fruto; entonces los pétalos y estambres se marchitan y caen.

Identificación de la flor transformada en fruto y semillas

Por su parte, el cáliz puede caer, permanecer pegado al fruto o crecer (cáliz acrescente). Si los frutos se forman sin fecundación previa, y por tanto sin semillas, se dice que son partenocárpicos, ejemplo de lo que sucede con el tomate.

El fruto se compone de pericarpo y semilla. Cuando el fruto está maduro, la pared del ovario se llama pericarpio, el cual puede ser suave, duro, seco o carnoso. Pueden distinguirse tres capas: epicarpio o exocarpio, que es la capa exterior en forma de fina epidermis o de varias células de grosor; mesocarpo, o capa media, que puede ser carnosa y se corresponde con el parénquima del ovario; y endocarpo, o capa interna, que corresponde a la cara superior del carpelo.

Los frutos pueden clasificarse en base a criterios diversos. Según la naturaleza de la pared del fruto pueden ser: secos o carnosos; según liberen o contengan las semillas al llegar a su madurez: dehiscentes o indehiscentes; según dispongan de una o más semillas: monospermos o polispermos; según la procedencia de un solo ovario, es decir formado por uno o más carpelos: simples; si procede de varios ovarios independientes: compuestos; etc.

Dispersión de los frutos 

La diseminación o dispersión de los frutos o las semillas, es una exigencia y necesidad biológica de las plantas para perpetuar la especie, así como también ecológica, para conseguir colonizar nuevas zonas donde no encuentre competencia.

En base a los agentes que permiten la dispersión, los frutos se clasifican en:

·         Autócoros o bolócoros

·         Anemócoros

·         Hidrócoros

·         Zoócoros

Los autócoros o bolócoros: Los frutos autócoros o bolócoros son los que al llegar a la madurez lanzan sus semillas a distancia por sus propios medios, ejemplo de los guisantes o los mecanismos elásticos que poseen los geranios y la primavera al secarse; o explosivos al tacto, como el pepinillo del diablo.

El guisante es autócoro, porque expulsa la semilla por sus propios medios

 

Los anemócoros: Los frutos anemócoros son aquellos que, gracias a su ligereza o pequeño tamaño, son fáciles de dispersar transportados por el viento. En algunos casos poseen órganos o mecanismos que ayudan a ser levantados por el viento, e incluso a volar o planear, ejemplo de las alas del arce, el tilo o el pino; o cerdas plumosas como los vilanos de las compuestas.

Semillas anemócoras: 1-Arce, 2-Diente de León, 3-Olmo

Otras semillas son plumosas o cubiertas de pelos lanosos como las de los sauces y álamos. Incluso toda la planta puede en ocasiones ser arrastrada por el viento, la cual va liberando las semillas en su trayecto, ejemplo del cardo corredor.

Los hidrócoros: Los frutos hidrócoros se corresponden con plantas acuáticas y ribereñas. Poseen características de flotabilidad, pudiendo recorrer grandes distancias sobre el agua, ejemplo de los nenúfares o ninfeas y los cocos, que mediante este sistema han conseguido colonizar los atolones del pacífico.

Los zoócoros: Los frutos zoócoros se encuentran ligados evolutivamente a los animales que intervienen en su dispersión. Los mecanismos básicos de dispersión son dos: servir de alimento y por tanto ingeridos, o utilizar el cuerpo externo del animal como vehículo de transporte.

El agarramoños es zoócora, por su facilidad para engancharse en el pelo de los animales

El primer caso es propio de los frutos carnosos y colores intensos (bayas y drupas), que una vez comidos por los vertebrados excretan las semillas ingeridas; gracias a sus cubiertas leñosas o coriáceas pueden retornar a tierra lejos del lugar original, en condiciones para germinar y producir un nuevo individuo.

El segundo caso es propio de los frutos y semillas pegajosos como el muérdago, o aquellos que presentan pelos, espinas o ganchos; mediante este mecanismo se adhieren a los pelos o plumas de aves y mamíferos, diseminándose de este modo. Existen plantas que no dispersan sus frutos y semillas, y que incluso evitan que esto suceda, ejemplo de los cacahuetes o del trébol subterráneo, que los entierran antes de que lleguen a madurar.

LA REPRODUCCIÓN DE LAS GIMNOSPERMAS

En la gimnospermas, al igual que en las angiospermas, los gametofitos son microscópicos y crecen siempre a expensas del esporofito diploide. Sin embargo, a diferencia de aquellas, el órgano reproductor donde se encuentra el esporangio no es una flor con cáliz y corola, sino una estructura denominada cono. Los frutos y semillas de las gimnospermas son anemócoros, es decir, se polinizan ayudados por el aire, nunca por insectos u otros métodos.

Las semillas se desarrollan dentro del gametofito femenino, que es rico en nutrientes. Igualmente, se asemejan a las angiospermas en que faltan los flagelos en sus espermatozoides. Sin embargo, la característica evolutiva de las angiospermas de poseer flores hermafroditas no existe en las gimnospermas, salvo algunas excepciones, sino que los carpelos o los estambres siempre se hallan sobre flores distintas, y rodeadas o no por hojas estériles, que como sucede en el pino, forman la piña.

El pino como ejemplo de reproducción de las gimnospermas

La mejor forma de exponer el proceso de reproducción de las gimnospermas es referirnos al pino, que aunque presenta variaciones secundarias en cuanto a la estructura floral y de reproducción, es en general representativo de estos vegetales.

Gimnosperma de la clase conífera

Los pinos son especies monoicas. El ciclo reproductivo abarca dos estaciones vegetativas, como sucede en el resto de las gimnospermas. Existen flores masculinas portadoras de polen que son conocidas como cono de polen; éstas se desarrollan en la base del árbol y están formados por unos múltiples microsporófilos que están dispuestos en hélice, con un pequeño pedículo y dos sacos polínicos, los microsporangios, donde se encuentran las células madre del polen. Estas células, por meiosis, forman gran cantidad de granos de polen (microgametofito), cuyo protoplasto se divide en dos células denominadas célula protalial (sin función aparente), y célula anteridial productiva, que es generativa y dará lugar a los espermatozoides y la célula tubular, encargada de formar el tubo polínico.

Los conos de semilla o flores femeninas están compuestas por escamas ovulíferas con dos óvulos cada una, consistentes en ramas reducidas y desplegadas en espiral rodeando un eje central; están situadas en la parte superior del árbol, es donde se produce la fecundación y la formación de la semilla. Durante la polinización el cono es pequeño, blando y verde. En cada una de sus escamas hay dos óvulos jóvenes, con la nucela o esporangio femenino, donde aparece una célula madre de la megaspora rodeada del integumento, presentando un orificio para la entrada del tubo polínico, al igual que en las angiospermas. En este estado y con las escamas del cono de semilla  ligeramente separadas se produce la polinización. Es entonces cuando las escamas del cono se endurecen y se cierran en un cono compacto, que permanece así durante el verano hasta el invierno siguientes, que es cuando la célula madre de la megaspora se divide por meiosis formando cuatro megasporas; solo una de ellas se transformará en el gametofito femenino. Esta megaspora está formada por un tejido de almacenamiento y dos o tres arquegonios ovíferos, dentro del óvulo. En verano, al año aproximadamente de la polinización, finaliza este proceso y se produce la fecundación.

Como ya se dijo, los frutos y semillas de las gimnospermas son anemócoros, es decir, se dispersan por el viento. La polinización se realiza por este medio, ya que los granos de polen poseen dos alas globosas. El polen es depositado en las proximidades del óvulo y queda fijado por una sustancia pegajosa que éste libera. Cuando sucede más tarde la germinación, la célula del tubo forma el tubo polínico, auque no se produce la división de la célula generativa hasta el verano siguiente, en que se produce la fecundación. El tubo polínico penetra a través del micrópilo y la célula generativa se transforma en una célula pedicular y otra somática, que originará los dos núcleos espermáticos. Uno de ellos es expulsado del tubo y degenera; el otro se une a la ovocélula formando un cigoto, que se desarrolla en la semilla, la cual una vez madura en otoño, sale del cono, cuyas escamas se separan y se encorvan.

Las semillas desarrollan un ala que les permite su dispersión por el viento. El embrión consta, como en las angiospermas, de un hipocotilo, varios cotiledones y un ápice caulinar. Se trata de un esporofito inmaduro que al germinar producirá una plántula. En las gimnospermas el ciclo dura dos estaciones vegetativas.

BIBLIOGRAFIA

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¨       El Pequeño Larousse Multimedia, 2003

 

 


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