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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES Y
AMBIENTALES
ESCUELA DE INGENIERÍA FORESTAL
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Botánica
El tallo
Las funciones
El tallo es el
encargado de sostener las hojas y las flores en disposición funcional;
transportando y proveyendo a las plantas cormofitas, la savia bruta o
ascendente, por el xilema o leño, hacia los tejidos
fotosintetizadores que son normalmente las hojas, y repartiendo por todo el
cuerpo del vegetal la savia elaborada o descendente, mediante el floema
o líber.

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El tallo
es el encargado de sostener las hojas y flores, y transportar a todo el
cuerpo de la planta la savia bruta y elaborada
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En ocasiones almacenan
sustancias de reserva (tubérculos, rizomas o tallos subterráneos), como
ocurre en las plantas bulbosas.
Clasificación
Según el medio en
que viven se clasifican en: aéreos, subterráneos y acuáticos.
La mayoría de los tallos son aéreos, crecen en su mayoría por encima del
suelo, de forma erecta en general, sólo los subterráneos se desarrollan
bajo el sustrato; otros no se elevan sobre el suelo, manteniéndose a su
nivel por incapacidad para soportar el peso de la planta; algunos tienen la
capacidad de trepar.
Según la
consistencia de los tallos se clasifican en: herbáceos, leñosos
y sufruticosos (cuando son leñosos en la base y herbáceos en la
parte superior o ramificaciones, como el tomillo). Según la duración se les
conoce como: anuales, bianuales y perennes.

Formación del tallo
La parte aérea de
las cormofitas se denomina brote. El tallo es el eje del brote que permite
dar soporte a los distintos órganos aéreos: hojas, ramas y flores. Crece
buscando la luz con geotropismo negativo, es decir, se aleja del suelo al
contrario de lo que hace la raíz. El tallo crece longitudinalmente debido a
la actividad del denominado meristemo apical, que se encuentra
rodeado de los catáfilos, consistentes en hojas transformadas
formando la yema terminal.
A partir de los
meristemos apicales se forman también las flores e inflorescencias. Los puntos
en donde se encuentran insertadas las hojas se denominan nudos, y entrenudos
la zona de separación entre ellos. Del alargamiento progresivo del
tallo son responsables los rmeristemos pimarios intercalares,
localizados precisamente en los entrenudos. Cuando no existen, el tallo no
puede progresar y se presenta entonces una disposición de las hojas en
forma de roseta.
Las ramas y ramitas
se forman a partir de pequeñas protuberancias denominadas yemas axilares,
que se sitúan en la axila o ángulo superior que forman las hojas
jóvenes con el tallo. Los tallos se denominan simples si no emiten
ramas, ramificados en caso contrario, y áfilos si carecen de
hojas.
Estructura
Estructuralmente, el tallo forma
los tejidos de su estructura primaria por diferenciación a partir de los meristemos
primarios.
Si observamos al microscopio un
corte transversal realizado por debajo de la yema terminal, se distinguen
de fuera adentro una capa única de células epidermicas, seguida de
la corteza o zona subepidérmica formada por varias capas
celulares; el cilindro vascular central formado por floema y xilema;
y la médula, de mayor diámetro que en los tallos leñosos; ésta
cuando existe, ocupa el centro del tallo. La médula está formada por
grandes células parenquimáticas, en ocasiones lignificadas. Puede llegar a
ocupar la totalidad del tallo, como ocurre en el tubérculo de la patata o
en el saúco.
A nivel de la zona
subepidérmica y en posición periférica, suelen presentarse capas o cordones
de colénquima, que aseguran la resistencia y elasticidad del órgano.
Tanto las células más exteriores de colénquima, como las del parénquima de
la corteza, pueden tener cloroplastos y por tanto realizar fotosíntesis; en
este caso se designa la conjunto de estas células como clorénquima.
También pueden encontrarse en la corteza (parénquima cortical) sobre
todo en monocotiledóneas, fibras esclerenquimatosas (células muertas o esclerénquima)
y esclereidas.
Profundizando en las células del tallo
1.
El parénquima: El parénquima es el tejido vegetal
fundamental. Es el que forma la mayor parte de la masa del cuerpo de las
plantas. Está integrado por células poco diferenciadas, de tamaño más o menos
grande, con las paredes poco engrosadas, no lignificadas. En el parénquima
se realiza lo esencial de la función de nutrición.

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Las células
de parénquima constituyen la mayor parte del tejido de las plantas
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Existen
diversos tipos de parénquima según la función específica que deban llevar a
cabo:
·
Acuífero: que almacena agua; abunda
en las plantas que viven en lugares secos; puede incluirse entre los de
reserva.
·
Aerífero: encargado de facilitar la circulación del aire; para
ello sus células dejan entre sí grandes espacios intercelulares (meatos).
·
Clorofílico: encargado de la asimilación; sus células contienen
cloroplastos y se encuentran en las partes verdes de las plantas
·
De reserva: situado principalmente en los órganos de reserva
(raíces, tubérculos); sus células son incoloras; almacenan azúcares,
féculas, almidones, grasas, etc. Parte de este parénquima (la parénquima
medular) forma los radios medulares, en la zona del leño, y actúa como
conductor de sustancias alimenticias, por lo que se le llama parénquima
conductor.
2.
El esclerénquima: El esclerénquima es tejido vegetal formado por
células muertas de membranas engrosadas y lignificadas. Normalmente lo
componen células alargadas, fibrosas, en las que la esclerificación de las
membranas ha sido total, de modo que, paulatinamente, se ha ido reduciendo
el lumen celular hasta quedar un mero canalículo, insuficiente para la vida
de nutrición de la célula, con lo que ésta muere. Morfológicamente se puede
definir como una fase más pronunciada de esclerificación a partir del
parénquima y con el intermedio de colénquima.
La
disposición fibrosa del esclerénquima suministra al vegetal o al órgano que
lo contiene una resistencia a la tracción según su eje y una cierta
flexibilidad lateral. Un caso especial de esclerénquima son las células
pétreas, isodiamétricas, que constituyen la protección de muchas semillas.
3.
El colénquima: El colénquima es tejido vegetal con misión de
sostén y de protección mecánica. Está constituido por células diferenciadas
adultas, con la membrana parcialmente engrosada. Se diferencia del esclerénquima
en que sus células son vivas, puesto que el engrosamiento es siempre
parcial y permite las funciones de relación y de nutrición. El colénquima
es capaz de dilatarse y contraerse, en sentido lateral o longitudinal,
según la disposición de los engrosamientos en las membranas.

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Las
células de colénquima sostienen y protegen el tallo
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Los
tallos aéreos de angiospermas monocotiledóneas carecen en general de
endodermis bien diferenciada, que sí está presente en los tallos
subterráneos o rizomas y en las raíces. En los tallos de gimnospermas puede
haber endodermis, y en los tallos de angiospermas dicotiledóneas puede
existir un conjunto de células con almidón que constituyen la vaina
amilífera.
4.
Estructura
secundaria del tallo: La estructura secundaria del tallo se origina como
resultado de la acción de dos meristemos secundarios laterales, uno
en el cilindro vascular denominado cambium vascular, y otro en la
corteza denominado cambium suberoso o felógeno; resultando un
crecimiento en grosor del eje de la planta.
El
cambium produce un aumento de los tejidos vasculares, formando xilema y
floema secundarios, mientras que el felógeno produce tejidos protectores
periféricos: felodermis y súber. Esta estructura se presenta
en la mayor parte de las gimnospermas y angiospermas dicotiledóneas. En las
monocotiledóneas el crecimiento secundario se realiza de modo diferente,
originando una estructura distinta.

El
cambium, debido a divisiones celulares paralelas a su superficie, produce
xilema secundario hacia el interior y floema secundario hacia el exterior.
Esto hace que el floema secundario empuje hacia fuera al floema primario,
mientras que el xilema secundario empuja hacia el centro del tallo al
xilema primario.
El
cambium produce tejidos conductores año tras año en las plantas leñosas,
provocando que el tallo vaya aumentando de diámetro. El crecimiento
secundario suele ser continuo en aquellas zonas tropicales donde no existen
apenas diferencias estacionales, mientras que en las zonas templadas, en
que las estaciones sí están bien definidas, el cambium alterna periodos en
que mantiene actividad y otros en que se encuentra latente.
Existen
determinadas especies de monocotiledóneas de tallos leñosos, más bien
propias de regiones tropicales o desérticas, en las cuales se produce un
tipo de crecimiento secundario originado por un cambium especial, que está
presente en las partes más antiguas del tallo. Este meristemo origina unos
haces conductores, en los que el xilema termina rodeando al floema. El
denominado tejido conjuntivo, formado por el parénquima que rodea
los haces conductores, se lignifica y genera desarrollos notables, ejemplo
de las yucas o el drago de Canarias.
El
segundo meristemo secundario es el felógeno; en las plantas que lo
presentan es responsable de su crecimiento en grosor. Las células del
felógeno, que están situadas debajo de la epidermis, originan súber, corcho
o felema hacia el exterior, sustituyendo a la epidermis que se seca y se
desprende.
Por
su parte, hacia el interior se forma una corteza secundaria denominada felodermis.
El felógeno puede formar un cilindro completo, como en la haya o el
abedul, o disponerse discontinuamente en escamas cóncavas superpuestas o
arcos. La felodermis está formada por células parenquimáticas vivas. Al
conjunto de la felodermis, felógeno y súber, se le llama peridermis.
A los tejidos que quedan aislados por la actividad del felógeno y mueren,
se les da el nombre de ritidoma, consistentes en porciones caducas
de las cortezas arbóreas.
BIBLIOGRAFIA.
¨ http://www.natureduca.com/botan_organ_tallo1.htm
¨ http://www.natureduca.com/botan_organ_tallo2.htm
¨ http://www.natureduca.com/botan_organ_tallo3.htm
¨ http://www.natureduca.com/botan_organ_tallo4.htm
¨ El Pequeño Larousse
Multimedia, 2003
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